Kefir, ¿Que es y para que sirve?
Asimismo conocido como “kefir”, seta tibetana, plantas de yogur y seta de yogur, es leche fermentada producida debido a la acción de los microorganismos presentes de forma natural en los granos de kefir. Su origen se remonta a las montañas del Cáucaso desde hace siglos. El término kefir viene del eslavo “keif”, que significa bienestar o vivir.
El kefir se ha hecho popular en las últimas décadas, sobre todo en los países de Centro Europa. En buena parte de América Latina se genera a escala familiar, conocido por otros nombres e inclusive considerado un tipo de yogur.
Los granos de kefir consisten en una asociación positiva entre diastasas y bacterias ventajosas. Los microorganismos presentes en los granos cambian conforme la zona de origen, el sustrato usado para la producción de kefir, el tiempo de utilización y las técnicas empleadas para su manipulación.
¿De qué manera cuidar del kefir?
Para generar kefir es preciso tener los granos de kefir, con lo que es común la donación de los granos por las personas que generan. Estos granos deben zambullirse en un sustrato, que puede ser leche [de vaca, cabra u ovjea], agua con azúcar morena o bien jugos, mas las formas más habituales son el cultivo en leche o bien agua azucarada.
La proporción indicada es de una cucharada de granos de kefir por cada medio litro de líquido. Se señala que la mezcla se pon en un tarro de vidrio, que no debe taparse, cubierto solamente con un paño o bien una servilleta y que se sostiene a una temperatura media de veinte a treinta y siete grados .
Para consumir un kefir más suave, se señalará el tiempo medio de fermentación de seis horas. Para conseguir el producto más espeso y ácido, el proceso debe perdurar hasta 3 días. Tras fermentar, el periodo de valía de kefir refrigerado va a ser de hasta 3 días.
Kefir de leche, de agua o de coco.
El kefir puede cultivarse de múltiples formas, las más habituales son la leche, el agua o el coco. El sabor y el aroma cambian conforme la acción metabólica de las bacterias y diastasas presentes en los granos.
Lo más frecuente es el kefir de leche de vaca. El kefir de agua puede generarse en agua que contenga azúcar morena o bien jugo de frutas. Con independencia del sustrato en el que se prepare el kefir, su composición microbiana y los productos generados a lo largo del proceso son afines.
¿De qué manera se consume?
Para el consumo de kefir, está indicado pasar la mezcla en un tamiz para separar los granos del líquido. Los granos pueden resurgir para generar un nuevo kefir. El aspecto físico del kefir es afín al del yogurt y la cuajada, y se puede entremezclar con frutas, miel, avena, entre otros alimentos.