Una ensalada es una entrada clásica. Los vegetales verdes, legumbres y raíces suelen ser sus ingredientes emblemáticos, pero el juego gastronómico permite movimientos creativos, como la inclusión de frutas. Esta vez entra en el juego la mandarina, un cítrico caracterizado por su sabor dulce y sus gajos uniformes y fáciles de separar. Disfrutemos de esta muy especial combinación de sabores.
Una ensalada cuyas calorías son de gran valor energético por la inclusión de fruta, con un buen aporte de fibra y minerales, vitamina A y vitamina C. Aporta mucho potasio, magnesio y hierro. El aderezo de queso aporta proteínas, y en general es baja en carbohidratos. Eso sí, tiene mucha fibra.
Información nutricional:
Porción | Calorías | Carbohidratos | Minerales | Proteínas | Fibras |
100 g | 265 | 8 g | 300 mgr | 7 g | 2 g |
Ingredientes:
- 1 lechuga
- 200 g de mandarinas peladas, sin semillas, en gajos
- Opcionalmente, 1 cebolla morada en juliana
- ½ taza de vinagre balsámico
- 3 cucharadas de miel
- ¼ cucharadita de ajo en polvo
- 3 cucharadas de aceite de canola
- ¼ cucharadita de sal
- ¼ cucharadita de pimienta
- ½ taza de queso feta desmenuzado
Preparación:
Lava bien la lechuga, separando las hojas. Cuando las tengas limpias, córtalas con la mano o con un cuchillo, al tamaño de bocados, y llévala a la ensaladera. Agrega los gajos de mandarinas, asegurándote de que no tengan semillas ni filamentos blancos. Puedes agregar, si lo deseas, la cebolla en juliana. Mezcla bien.
Prepara un aderezo en un tazón con el vinagre, el aceite, la miel, sal, pimienta, ajo en polvo y el queso feta. Vierte el aderezo uniformemente sobre la ensalada, para que el queso quede sobre ella. Sirve en la fuente para ensaladas.