Jarabe o miel de agave: Evita consumir este endulzante!

Miel de agave¿Quedará algún lector de mi blog que aún no sepa cuánto me opongo al consumo excesivo de gaseosas, dulces y productos en general que posean alto nivel de fructosa? En más de una oportunidad he hablado sobre la importancia de evitar este tipo de alimentos, ya que el consumo excesivo de azúcar genera problemas de todo tipo, desde nuestro sistema digestivo hasta nuestro cerebro.

Usualmente también pongo en duda la conveniencia de utilizar edulcorantes artificiales e intento seguir utilizando los productos que la madre naturaleza nos ofrece para satisfacer nuestros antojos de dulce.

En mi cruzada por buscar alguna endulzante alternativo alguien me recomendó la miel de agave. Creí entonces haber encontrado al sustituto perfecto pero tras una larga investigación me di cuenta que estaba muy equivocada. Si quieres saber por qué el sirope de agave es tan perjudicial como el azúcar, continua leyendo.

¿Qué es el agave?

¿Qué es el agave?Esta planta pertenece a la familia de las suculentas, la misma crece a lo largo del suroeste de Estados Unidos, por todo México e incluso en algunas zonas tropicales de América del Sur.

Una creencia equivocada, muy común, es relacionar a la planta de agave con los cactus y el aloe vera (probablemente porque tienen un aspecto bastante similar). Sin embargo, el agave está más estrechamente relacionado con los lirios y la yuca, un vegetal que ofrece tubérculos similares a la papa.

Los pueblos indígenas de las regiones en las que esta planta crece, la utilizaron durante siglos porque consideraban que poseía propiedades curativas. Ellos extraían la pulpa de las hojas como si fuera caña de azúcar, e incluso utilizaban sus agujas puntiagudas para coser o suturar.

Pero en la actualidad el producto comercial más vendido a base de agave sin duda es el tequila. Los destiladores ponen al agave en hornos a vapor o autoclaves hasta que el almidón es convertido en azúcares. Si se puede hacer alcohol de algo, lo más probable es que la materia prima posea grandes cantidades de azúcares o almidón.
Esto ya es un gran indicio de las propiedades endulzantes del agave.

Sobre la miel de agave que se comercializa:

Cucharada de jarabeRealmente no existe la miel de agave; es solo un nombre que le han puesto y que suena mejor a jarabe de agave, que inmediatamente nos remite al jarabe de maíz que es tan alto en fructosa y que todos evitamos.

El agave comenzó a ser producto comercialmente en los años 90, cuando los fabricantes elaboraron un refinamiento del producto que pretendía ser un éxito mundial.

La manufactura de las plantas de agave comienza a tener sentido cuando estas alcanzan los 7-14 años de edad. Una vez que las plantas alcanzan su madurez, sus hojas son cortadas para que el almidón sea recogido fácilmente. El jugo exprimido de la pulpa del agave, se filtra y se calienta para separar a los azúcares simples.

Cuando se llega a esta etapa, los fabricantes concentran el líquido en un jarabe que es apenas más espeso que la miel comercial. En las tiendas pueden encontrarse variedades que van desde el color ámbar de la miel, hasta tonos marrones más oscuros como la melaza.

Al principio yo creía el agave se presentaba en diferentes colores por razones naturales, tal como ocurre con la miel, en donde las diferentes tonalidades se deben al tipo de flores de las que las abejas recolectan el néctar. Sin embargo, según Russ Bianchi:

Debido al pobre control de calidad que existe en las plantas de procesamiento de agave en México (principal país productor) a veces la fructosa se quema después del tratamiento térmico por encima de los 140º Fahrenheit, creando así un color más oscuro.

De modo que la variación en el color del agave proviene de errores. Exactamente lo que queremos ver en los alimentos que consumimos, ¿verdad? Errores y mala supervisión durante la producción.

Sin embargo, más allá de estos detalles, hay que destacar que el proceso de conversión de los carbohidratos a jarabe no es nada fácil. De hecho, los fabricantes tienen que utilizar ácidos cáusticos, químicos y clarificadores para hacer que la miel sea presentable a la vista del público.

Dr. Mercola tiene una lista parcial de los productos químicos utilizados para hacer el sirope de ágave:

  • Resinas iónicas y catiónicas
  • Ácido fluorhídrico
  • Encimas de inulina
  • Frutozyme
  • Dicatile

Apuesto a que no te imaginabas que estos químicos se encontraban en un producto etiquetado como orgánico y natural, ¿verdad?

Lo peor es que al ser calentado a tanta temperatura, básicamente se destruye cualquier tipo de valor nutritivo que pudiese contener la planta de agave en estado crudo. Y el resultado es un jarabe tan dulce que compite directamente con el jarabe de maíz de alta fructosa.

¿Es mejor la miel de agave que el jarabe de maíz?

Diferentes azúcaresEl agave ciertamente no es un dulcificante inferior en calorías; tal como el azúcar de mesa regular, posee aproximadamente 16 calorías por cucharadita. Pero el agave es principalmente fructosa.

Casi el 50% de los carbohidratos en el agave provienen solo de la inulina, un carbohidrato complejo que está hecho de moléculas de fructosa. Para que tengan una idea más clara:

  • La miel está compuesta en un 40% por fructosa.
  • El azúcar común habitualmente es un 50% fructosa y 50% glucosa.
  • El jarabe de maíz de alta fructosa es 55% fructosa y 45% glucosa.
  • La miel de agave puede llegar a ser en un 70-90% fructosa.

No hay ningún error en lo expresado. El agave no solo es malo para ti, sino que es peor que el jarabe de alta fructosa! Mientras tanto, los fabricantes lo siguen comercializando como una alternativa más sana y natural.

¿Cómo afecta la fructosa del ágave a nuestros cuerpos?

Grasa abdominalLa fructosa no aumenta el nivel de azúcar en sangre porque no ingresa directamente al torrente sanguíneo como glucosa o azúcar regular. Por este hecho el agave ha sido promocionado para el uso entre diabéticos y se incluso entre los nuevos productos con bajo nivel de azúcar.

La glucosa puede ser absorbida y utilizada por cada célula de nuestro cuerpo. Nuestro organismo incluso produce glucosa porque la necesitamos para que nuestros cuerpos funcionen correctamente.

Sin embargo, nuestros hígados son el único órgano que puede metabolizar la fructosa. Como se imaginarán, existe un límite de fructosa que éste órgano puede procesar; y una vez que se supera, la fructosa se convierte directamente en grasa.

Estudios en animales han demostrado que cuando éstos reciben cantidades excesivas de fructosa pueden desarrollar cirrosis del hígado, e incluso depósitos de grasa aparecen en sus hígados, tal y como ocurre con los alcohólicos.

Fructosa, su relación con la diabetes y el cáncer:

Agave y la aludA pesar de que la fructosa no eleva los niveles de insulina, sí aumenta la resistencia a la misma, y muchos argumenta que esto es aún peor.
Es normal que nuestros niveles de insulina suba y bajen, pero cuando los niveles son siempre altos, nuestros cuerpos comienzan a desarrollar una resistencia a la insulina. No se necesita mucha fructosa para que esto ocurra, de hecho basta con 25 gramos de fructosa al día.

Cuando se consumen cantidad excesivas de fructosa, el cuerpo:

  • Aumenta los triglicéricos.
  • Aumenta los niveles de LDL (colesterol malo).
  • Disminuye los niveles de HDL (colesterol bueno).
  • Eleva la presión arterial.
  • Aumenta rápidamente la acumulación de grasa en el abdomen.

Tal y como se explica desde Mayo Clinic:

Los triglicéridos son un tipo de grasa (lípidos) en la sangre. Cuando comes, tu cuerpo convierte las calorías que no deben utilizar de inmediato en triglicéridos. Los triglicéridos se almacenan en las células de grasa; más tarde las hormonas los liberan para utilizarlo como energía entre las comidas.

En un estudio, los participantes obesos que tomaban bebidas endulzadas con fructosa durante sus comidas, poseían unos triglicéridos en sangre 200 veces superior al de los otros participantes obesos que tomaban bebidas endulzadas con glucosa.

Además del hecho de que el jarabe de maíz de alta fructosa puede conducir a la obesidad y diabetes tipo 2, estudios realizados en ratas han determinado que también favorece el crecimiento de tumores y la propagación de células cancerosas.

Finalmente, un estudio publicado en el Journal of Clinical Oncology afirma que tener resistencia a la insulina obliga al cuerpo a secretar más insulina, y otra hormona similar a esta, y que los niveles de insulina crónicamente elevados están asociados con las altas tasas de mortalidad por cáncer de mama.

Alternativas a este endulzante:

Endulzantes naturalesA pesar de que la miel o jarabe de agave no es un edulcorante natural tan saludable como creíamos, les aseguro que hay alternativas igual de eficaces y menos perjudiciales.

La miel cruda, preferentemente obtenida en alguna tienda de productos 100% orgánicos, es por lejos el mejor endulzante. La miel de color más clara suele ser más suave y las oscuras son las que están más concentradas. La miel 100% pura es aquella que no ha sido pasteurizada, aclarada o filtrada y posee una mayor calidad en términos nutricionales.

Pero si practicas el veganismo y no quieres aprovecharte de las laboriosas abejas, el jarabe de arce puro es otra buena opción. El sirope de arce más oscuro tiene los niveles más bajos de fructosa y también posee minerales como hierro, calcio, zinc, manganeso y potasio.

Una tercera opción, si no te molesta un poco el sabor que añade a tus alimentos, es la stevia. Solo tienes que asegurarte de que estás comprando stevia pura o de lo contrario podrías adquirir algún producto excesivamente concentrado tal como ocurre con el jarabe de agave.

Conclusiones:

Bol de mielLa miel de agave no es ningún endulzante natural como nos quieren hacer creer las personas que lo comercializan.
Solo se trata de grandes cantidades de fructosa concentrada que pretende ser una alternativa saludable al azúcar, cuando claramente no lo es.

Personalmente me sentí un poco decepcionada al realizar la investigación porque realmente este endulzante prometía mucho, pero prefiero compartir esta información para que otros no caigan en la misma trampa.

¿Alguna vez has consumido o pensado consumir jarabe de agave?
Espero tu comentario!

Fatima Denis
Fatima Denis

Licenciada en nutrición en Sociedad Argentina de Nutrición, auto-proclamada miss conocedora de los alimentos, amante de la comida deliciosa, apasionada del fitness y sobre todo del estilo de vida saludable.

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2 comentarios

  1. Excelente informacion,que pena que por comercializar
    Y obtener ganancias,actúan sin escrúpulos y perjudicando a una inmensa cantidad de personas y en lo mas valioso que poseemos, como es la salud.

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