El yodo o iodo, es una sustancia química perteneciente al grupo de los halógenos en la Tabla Periódica, cuyo símbolo es la letra I
Es un oligoelemento y se emplea principalmente en medicina, fotografía y como colorante. Químicamente, el yodo es el halógeno menos electronegativo y reactivo. Se presenta en la forma molecular diatónica I2
A temperatura ambiente el yodo es un sólido de color negro-azulado. Al ser calentado se sublima, liberando un vapor de color violeta, con un fuerte olor como el del cloro
El yodo es un mineral que está presente de manera natural en suelos y rocas, y es arrastrado por el agua de lluvia hacia los ríos y posteriormente a los mares. Siendo este el motivo por el cual los alimentos más ricos en yodo, son los de origen marino: pescados, algas marinas y hortalizas cultivadas cerca del mar.
Este mineral se encuentra en algunos alimentos. El cuerpo precisa de yodo para crear hormonas tiroideas. Estas hormonas regulan el metabolismo y otras funciones vitales. Nuestro organismo también requiere de las hormonas tiroideas para la evolución apropiada del cerebro y de los huesos, durante el embarazo y la infancia.
Función
El cuerpo requiere el yodo para producir las hormonas tiroideas. Las mismas controlan el metabolismo del cuerpo y muchas otras funciones importantes. El cuerpo también precisa de las hormonas tiroideas para el desarrollo apropiado del cerebro y de los huesos durante el embarazo y la infancia.
Es necesario para el desarrollo y óptimo funcionamiento de nuestros tejidos, órganos, músculos y nervios. Además, participa con otros minerales y vitaminas en la adecuada cicatrización y también contribuye en la resistencia del cabello.
Dosis diaria recomendada
Un cuarto (1/4) cucharadita de sal de cocina yodada, proporciona 95 microgramos de yodo. Una ración de 170 g de pescado de mar provee 650 microgramos de yodo. La mayoría de las personas pueden solventar los requerimientos diarios, consumiendo sal yodada, mariscos y plantas cultivadas en suelos ricos en yodo.
Se recomienda la siguiente ingesta diría de yodo: bebés hasta los 6 meses de edad, 110 mcg; bebés de 7 a 12 meses de edad, 130 mcg; niños de 1 a 8 años de edad, 90 mcg; niños de 9 a 13 años de edad,120 mcg; adolescentes de 14 a 18 años de edad, 150 mcg; adultos,150 mcg; mujeres y adolescentes embarazadas, 220 mcg y mujeres y adolescentes en período de lactancia, 290 mcg.
Alimentos que lo contienen
- Sushi 92 mcg / 100 g
- Bacalao 99 mcg / 100 g
- Langostinos 35 mcg / 100 g
- Salmón 60 mcg / 100 g
- Pan 28 mcg / 100 g
- Queso cheddar 23 mcg / 100 g
- Huevo hervido 24 mcg
- Vaso de leche 60 mcg
- Yogur 16 mcg / 100 g
- Atún 17 mcg / 100 g
- Manzana 0.6 mcg / 100 g
- Sal yodada 77 mcg / 1 g
Déficit de Yodo
Las personas que tienen déficit en ingesta de yodo, su organismo no puede elaborar cantidades suficientes de la hormona tiroidea. Esto puede ocasionar muchos inconvenientes. La deficiencia alta de yodo en las mujeres embarazadas, podría provocar daños irreversibles en el feto, en el crecimiento, retraso mental, y desarrollo sexual tardío.
La deficiencia de yodo menos aguda, puede generar un menor coeficiente intelectual en los infantes y disminuir la capacidad de los adultos para pensar con claridad y en realización de las actividades laborales. El aumento en el tamaño de la glándula tiroidea llamada bocio, suele ser el primer signo visible de la deficiencia de yodo.
Exceso de Yodo
Si se ingiere yodo en exceso., puede ocasionar algunos de los mismos síntomas que la deficiencia de éste, entre ellos el bocio. Las dosis altas de yodo también pueden ocasionar inflamación de la glándula tiroidea y posiblemente cáncer de tiroides. Ingerir una dosis excesivamente elevada de yodo puede ocasionar ardor en la boca, garganta y estómago; fiebre; dolor de estómago; náuseas; vómitos; pulso débil y estado de coma.