La vitamina K es una vitamina muy curiosa que es conocida como fitomenadiona que son de las que se consideran vitaminas lipofílicas, es decir que son solubles en lípidos o grasas, pero que al mismo tiempo son hidrofóbicas o lo que es lo mismo que no se disuelven bajo ningún concepto en agua como sí hacen las vitaminas, por ejemplo, del grupo B.
¿Cuál es su función?
Son vitaminas que cumplen una serie de funciones realmente extraordinarias pero que suelen contribuir en todo lo que tiene que ver con la sangre, con los glóbulos rojos y con el sistema circulatorio en general.
- En primer lugar, y por encima de todo y tal y como adelantamos hace tan sólo unos instantes, la principal función que tiene la vitamina K es la de mejorar la circulación de la sangre. De esta manera va a intervenir de manera directa en la coagulación de la misma lo que va hacer que nuestro organismo no sufra ningún tipo de hemorragia. Esta función es mucho más compleja y mucho más importante de lo que podemos llegar a imaginar ya que por ejemplo en las mujeres la presencia de la vitamina K es fundamental para reducir en la medida de lo posible el excesivo sangrado durante la menstruación.
- Asimismo, esta vitamina es muy importante para el desarrollo óseo tanto de los niños como de los adultos ya que interviene en el metabolismo de los huesos. De esta manera el organismo va a poder absorber de una manera mucho más eficiente todos aquellos nutrientes necesarios para nuestro esqueleto como pueda ser entre otros el calcio, de manera que no solo se desarrollarán mejor sino que al mismo tiempo evitará que sean frágiles. En otras palabras y por ser un poco más conciso, unos buenos niveles de vitamina K para impedir que tengamos fracturas en algunos huesos tan particulares es tan peculiares como pueda ser los de la cadera, el fémur o el cubito.
Cantidad diaria recomendada y alimentos que la contienen
Es importante hacer ver que es muy sencillo llegar a los 75 microgramos que marca la cantidad diaria recomendada (CDR) de vitamina K en nuestro organismo. De hecho, a continuación te vamos a mostrar algunos alimentos que te pueden servir para hacerte una idea de que una dieta saludable es más que suficiente para no tener ninguna clase de problema ni por exceso ni por defecto.
- Lechuga (100 gramos – 50% de la CDR)
- Espárragos (100 gramos – 180% de la CDR)
- Col (100 gramos – 600% de la CDR)
- Espinacas (100 gramos – 530% de la CDR)
- Brócoli (100 gramos – 250% de la CDR)
- Aceite de soja (100 gramos – 280% de la CDR)
- Aceite de oliva (100 gramos – 75% de la CDR)
- Mantequilla (100 gramos – 45% de la CDR)
- Mayonesa (100 gramos – 45% de la CDR)
- Cebolletas (100 gramos – 259% de la CDR)
Déficit de vitamina K
Si eres capaz de mantener una dieta equilibrada, para lo que no deberías tener ningún tipo de problema, es muy raro que se de una deficiencia de este tipo de vitamina.
Sin embargo en el caso de que seas una persona que tiene problemas a la hora de absorberla, puedes presentar un cuadro de síntomas entre los que puede estar las hemorragias o la presencia de hematomas como consecuencia de pequeños golpes.
Además, se pueden dar casos mucho más extremos como el aumento de la probabilidad de sufrir fracturas vertebrales como consecuencia de la relativa debilidad que van a tener algunos de tus huesos.
Exceso de vitamina K
La dificultad de padecer toxicidad por vitamina K no quiere decir que no se de. De hecho entre los especialistas se han descrito algunos cuadros entre aquellas personas que pueden en algún momento de su vida abusar de ciertos tipos de suplementos y de complementos vitamínicos.
Es por ello por lo que cuando se da en exceso niveles de vitamina K en nuestro organismo podemos llegar a tener las funciones de nuestro hígado completamente alteradas.
De hecho si bien es cierto que unos niveles normales ayudan a la coagulación de la sangre, lo cierto es que unos niveles excesivos producen un colapso total de los glóbulos rojos. Incluso, también se dan casos en los que las personas pueden llegar a padecer una anemia severa.