Como no podía ser de otro modo, la vitamina B12, más conocida como cobalamina dentro del argot médico, al pertenecer al grupo B, es una de las vitaminas esenciales para el buen funcionamiento del organismo ya que lleva a cabo una serie de funciones que se pueden considerar, no solo vitales, sino al mismo tiempo irreemplazables.
¿Cuál es su función?
Si tenemos en cuenta que reducir únicamente a una sola función el cometido que tiene la vitamina B12 es realmente complicado, vamos a pasa a describir las funciones que tienen en nuestro organismo y porqué juega un papel crucial.
- En primer lugar, y por encima de todo, hay que decir que esta vitamina es la encargada de la creación de células por lo que nos podemos hacer una idea de la importancia de la misma. De hecho, en función de calidad de la síntesis de esta vitamina tendremos unas células más o menos sanas desde su nacimiento.
- Asimismo, esta vitamina perteneciente al grupo B, es imprescindible para la renovación de tejidos. Una función que guarda mucha relación con la que hemos descrito anteriormente ya que dependiendo de la capacidad que tenemos para generar células, así tendremos más o menos capacidad para generar tejido sano y en buenas condiciones.
- La cobalamina es importante para la síntesis de la hemoglobina. Un papel que está estrechamente relacionado con el del metabolismo de los alimentos que tomamos habitualmente. Una función, la metabólica, que lleva a cabo junto con la vitamina B6, es decir, la una sin la otra no podrían llevar a cabo esta misión.
- Una última función, que no es trivial ni mucho menos, es la que tiene que ver con la regulación de todo lo que sucede en el sistema nervioso. Y es que, gracias a la B12, vamos a poder regular la segregación de ciertas hormonas que están relacionadas con los estados de estrés o incluso con la depresión.
Cantidad diaria recomendada y alimentos que la contienen
La verdad es que la cantidad diaria recomendada (CDR) de vitamina B12 que tenemos que ingerir no es ni mucho menos elevada ya que se sitúa en 3 microgramos. Por ello, con los alimentos de origen animal, lo tenemos más que cubierto.
- Queso (100 gramos – 50% de la CDR)
- Huevo (100 gramos – 60% de la CDR)
- Cereales con fibra (100 gramos – 33% de la CDR)
- Leche entera (100 gramos – 10% de la CDR)
- Merluza (100 gramos – 33% de la CDR)
- Atún natural (100 gramos – 95% de la CDR)
- Hígado de vaca (100 gramos – 250% de la CDR)
- Ternera (100 gramos – 90% de la CDR)
- Yogur desnatado (100 gramos – 15% de la CDR)
- Carne de cerdo (100 gramos – 66% de la CDR)
El único detalle que merece la pena destacar es que en ningún caso vamos a poder encontrar la vitamina que nos ocupa hoy en los alimentos de origen vegetal por lo que todos tienen que ser de origen animal.
Déficit de Vitamina B12
La carencia de vitamina B12, algo que no es frecuente que debido a la gran facilidad que tenemos para ingerirla siempre y cuando llevemos a cabo una dieta sana y variada, puede, sin embargo, tener algunas consecuencias nada deseables para nosotros.
En primer lugar, la falta de cobalamina, si repasamos las funciones que lleva a cabo, puede tener una incidencia definitiva en la creación de glóbulos rojos por lo que podemos ser víctimas de una anemia. Incluso, se ha dado el caso de que si este problema no se ha atajado a tiempo, la anemia puede ser de tal calibre que sea muy complicado tratarla al punto de hacerse crónica por completo.
Algo que además es doblemente peligroso para las mujeres ya que un déficit de la B12 puede acarrear trastornos muy severos de la menstruación.
Exceso de vitamina B12
En este caso, y aun siendo conscientes de que puede resultar extremadamente extraño, lo cierto es que a día de hoy no hay descrito ningún cuadro de síntomas que sean consecuencia de un exceso de vitamina B12.
Y no lo hay sencillamente, y según diferentes fuentes médicas, porque son tantas las funciones que cumple y son tantos los beneficios que aporta a nuestro organismo, que nuestro propio cuerpo es capaz de reservarla para cuando sea necesaria.