Grasas insaturadas

Aun siendo conscientes de que las grasas, por norma general, no han sido bienvenidas por las personas, hay que decir, no obstante, que las grasas insaturadas con las conocidas como “grasas buenas” ya que, como veremos un poco más en profundidad a continuación, no tienen un impacto negativo en nuestro organismo siempre que se consuman con moderación.

¿Cuál es su función?

No existe una única función que podamos decir de las grasas insaturadas. De hecho, con varias las que llevan a cabo no pudiendo determinar cuál es más importante para nuestro organismo.

  • En primer lugar, y seguramente la más conocida por todos, tenemos la función de regulación de los niveles de colesterol. Es por ello por lo que ingerir grasas del tipo insaturado es tan conveniente ya que, en cierto modo, al liberar de colesterol nuestro torrente sanguíneo, vamos a estar en disposición de tener una menor propensión a sufrir enfermedades de tipo cardiaco tales como infartos de miocardio o incluso anginas de pecho.
  • Asimismo, las grasas de este tipo son las grandes aliadas de las vitaminas A, D, E y K. Y lo son porque de una manera conjunta ayudan a reforzar las paredes de nuestras células evitando que estas sea débiles con los consiguientes problemas que podemos tener. De hecho, unas células con unas paredes fuertes son unas células menos perecederas y por lo tanto nuestro organismo no tendrá déficit en cuanto a regeneración celular se refiere.

Cantidad diaria recomendada y alimentos que las contienen

Al igual que sucede con las grasas saturada, la referencia diaria no está marcada en una cantidad cuantificable de gramos sino que se confecciona en base a una referencia con respecto a la ingesta total de alimentos que tomamos a diario. De hecho, de todas las calorías que tomemos a lo largo del día, un 35%, aproximadamente, deben ser procedentes de grasas insaturadas. Pero, ¿qué alimentos favorecen esta ingestión?

  • En primer lugar tener que hablar de los aceites de oliva y girasol. Dos aceites que son extraordinariamente beneficiosos para nuestra buena saluda si bien es cierto que el de oliva tiene una calidad un poco mayor que el de girasol.
  • Pero no solo los aceites son grandes fuentes de este tipo de lípidos. Los frutos secos, sobre todo las almendras y las nueces, son una fuente inagotable de grasas insaturadas. Es por ello por lo que la dieta mediterránea, rica en aceites y frutos secos de alta calidad, es una de las más recomendadas del planeta.
  • No obstante, basta con acercarse al mar, para encontrarse algunos alimentos que también merece la pena destacar. Entre ellos, podemos encontrar el salmón, la caballa o el atún, los cuales por cierto, son importante fuentes de dos elementos muy importantes como son el Omega-3 y el Omega-6.

Déficit de grasas insaturadas

Basta con recordar las funciones que cumplen este tipo de grasas para dar con las consecuencias que puede tener el déficit de ellas. En primer lugar, la posibilidad de patología coronaria va a aumentar ya que los niveles de colesterol en sangre pueden llegar a dispararse. Es por ello por lo que también, como consecuencia directa de ello, nuestro sistema circulatorio se resentirá pudiendo padecer otro tipo de problemas como coágulos o embolias.

Pero es que además, podemos llegar a presentar fatiga crónica ya que una mala calidad en nuestras células puede dar al traste con algunos procesos de nuestro organismo que son realmente importantes.

Exceso de grasas insaturadas

De todos modos, no por ser un tipo de grasa que podemos considerar como saludable, quiere decir que podamos tomarla de manera indiscriminada. De hecho, hay que controlar de una manera muy estricta su ingestión ya que, como cualquier grasa que se precie, hará que nuestro tejido adiposo se incremente de una manera peligrosa.

Un tejido adiposo que tiene un claro reflejo en nosotros con el correspondiente aumento de peso y con una reducción en la calidad de vida ya que todo ello conlleva problemas de salud como diabetes cuando alcancemos una edad avanzada, así como una mala circulación de la sangre. Es por ello por lo que tener los niveles de grasas insaturadas controlados es tan beneficioso.