El cobre es uno de los metales de transición, su símbolo químico es el Cu, el cuerpo humado suele distribuir el contenido de este mineral principalmente entre los músculos, el sistema nervioso central y las proteínas del plasma, un adulto puede contener entre 100 y 150 mg de cobre.
El cobre es uno de los pocos elementos que puede encontrarse en la naturaleza en su estado nativo. Al ser ingerido, se absorbe en el estómago y el intestino delgado, de allí se traslada a la sangre aproximadamente 15 minutos después de haber sido ingerido para finalmente ser excretado por medio de las heces y la bilis y por la orina aunque en menor proporción por esta última vía.
Función
El cobre participa de manera activa en la síntesis de la hemoglobina y las células rojas de la sangre, es esencial para la síntesis del hierro, es necesaria la presencia de este mineral para que el organismo pueda usar la tirosina y así facilitar la pigmentación de la piel y el cabello y también es importante para la vitamina C.
Ayuda a regular el nivel de colesterol en la sangre y a evitar la excesiva coagulación de la misma, del mismo modo es imperativo para la formación y el mantenimiento de los huesos y el correcto funcionamiento de la tiroides. Interviene en la formación del ARN. Los recién nacidos suelen tener altos índices de cobre en su sangre, suelen pasar entre 5 y 15 años para que alcancen un nivel inferior y normal.
Se encuentra en algunas enzimas como la citocromo c oxidasa, la lisil oxidasa y la superóxido dismutasa, puede intervenir en la prevención de enfermedades degenerativas. Está presente en todos los tejidos corporales.
Es recomendable su uso para tratar enfermedades dermatológicas como vitíligo, enfermedades de sistema circulatorio y vascular como varices y mala coagulación, endocrinas, trastornos del metabolismo, artrosis, artritis, osteoporosis, reuma, entre otros
Dosis diaria recomendada
El requerimiento diario es muy variable, sin embargo se conocen dosis diarias recomendadas según las edades: en bebés hasta los 12 meses 0,65 ± 0,05 mg/día, niños hasta los 6 años 1,25 ± 0,25 mg/día, la dosis recomendada para niños de 7 a 10 años 2 mg/día, adolescentes de 11 a 17 años 2 ± 0,5 mg/día y adultos mayores a 18 años 2 ± 1 mg/día.
Las recomendaciones específicas dependen de la edad, el sexo y otros factores (como el embarazo). Las mujeres embarazadas o que estén produciendo leche materna (lactantes) necesitan cantidades mayores.
Alimentos que lo contienen
Estos son algunos de los alimentos más ricos en cobre:
- Pescados magros y grasos 0,25 mg/1 puñado 100 g.
- Salmón ahumado 0,05 mg / 2 lonjas / 80 g.
- Atún natural 0,03 mg a 0,07 mg / 100 g.
- Sardinas en aceite 0,20 mg / 100 g.
- Brócoli fresco 0,18 mg /200g.
- Guisantes 0,30 mg /200g.
- Maíz en lata 0,05 mg /100 g.
- Zanahorias 0,04 mg /100g.
- Tomates de 0,02 mg a 0,15 mg /100 g.
- Perejil 0,07 mg / 100g.
- Pan blanco 0,13 mg /100g.
- Uva fresca 0,39 mg /100g
- Plátano 0,15 mg
- Moras frescas 0,10 mg /100g.
- Piña 0,05 mg /100 g.
- Ovomaltina 0,14 mg /1 cucharada sopera
- Nesquick 0,20 mg /1 cucharada sopera
Déficit de Cobre
Las principales causas del déficit de cobre son el alto consumo de coagulantes, falta de una alimentación balanceada con vegetales y granos, el consumo de zinc, magnesio y vitamina C, fibrosis quística, síntomas celíacos, enfermedad de Wilson y una dieta podre en calcio
La falta de cobre puede llevar a que se presente anemia inducida por deficiencia de hierro (existe un defecto en la movilización del hierro hacia la sangre debido a una deficiencia de la enzima ceruloplasmina, dependiente de cobre para su funcionamiento), osteoporosis, pérdida de cabello y piel, fatiga, debilidad, arritmia cardíaca, mal funcionamiento de la tiroides, alteraciones en el sistema nervioso, disminución de las plaquetas, alteraciones de los huesos y del metabolismo del colesterol y la glucosa
La carencia de cobre durante el embarazo puede producir abortos, malformaciones, menor crecimiento del feto, alteración de la capacidad de los glóbulos blancos de defenderse de las bacterias, disminución del sistema de defensas (inmunidad), que llevan a una mayor frecuencia de infecciones pulmonares severas.
Exceso de Cobre
Dentro de los problemas en la salud debido a la ingesta excesiva de cobre, destaca la enfermedad de Wilson la cual es hepática y genera daños en el sistema nervioso debido a ocasiona depósitos de cobre en el hígado, el cerebro y otros órganos, por otra parte el consumo de estrógenos aumenta el nivel de cobre en la sangre, pudiendo ser la causa probable de la depresión que producen estos medicamentos, altos índices de consumo de este mineral se encuentran asociados a la esquizofrenia
Las intoxicaciones por cobre suelen causar nauseas, vómitos, dolores de musculares, insomnio, menstruación irregular, depresión, episodios psicóticos, hepatitis, problemas infantiles de aprendizaje y comportamiento, mal funcionamiento renal, desórdenes neurológicos y en casos extremos estado de coma y finalmente la muerte