Se puede decir, sin temor a equivocarse, que los carbohidratos son uno de los grupos más importantes dentro de nuestra alimentación no solo por su función, como vamos a poder ver en detalle a continuación, sino por la gran variedad que nos podemos encontrar a día de hoy dentro de una dieta equilibrada.
¿Cuál es su función?
A pesar de que la principal función de este tipo de alimento es proporcionar energía a nuestro organismo, vamos a especificar, con el objetivo de ser algo más concretos, qué partes del mismo son las principales beneficiadas de la ingesta de los carbohidratos.
- Aunque pueda parecer lo contrario, el cerebro es la primera parte de nuestro organismo que se beneficia de los carbohidratos ya que gracias a la energía que recibe de ellos puede llevar a cabo todas sus funciones y puede mantener una buena calidad en la vida de sus neuronas así como en las distintas conexiones sinápticas que existen.
- El sistema nervioso es el siguiente benefactor de la energía que producen los hidratos de carbono. De esta manera vamos a poder mantener nuestros niveles de estrés, entre otros, siempre controlados de manera que vamos a poder llevar a cabo todas nuestras acciones de una manera eficiente.
Y todo ello, es decir, la descomposición de los carbohidratos en energía se produce gracias a una encima que se denomina amilasa, la cual, no solo favorece la absorción sino que al mismo tiempo ayuda a que la energía llegue en óptimas condiciones.
Cantidad diaria recomendada y alimentos que los contienen
Dentro de lo complicado que siempre es marcar una cantidad diaria recomendada (CDR), hay que decir que para el caso de los carbohidratos, la ingesta debe ser de entre el 45 el 65% de nuestras calorías diarias. Una cantidad que vamos a poder completar gracias a diferentes fuentes.
- Por un lado tenemos los que se denominan como carbohidratos simples que se caracterizan por la gran facilidad que tiene nuestro organismo de asimilar el azúcar que contiene. Entre estos hidratos de carbono podemos encontrar los que contienen las frutas o los lácteos y sus derivados. Unos hidratos de gran calidad que son muy recomendables tomar en contra de lo que sucede con los hidratos simples de baja calidad como puede ser el caso de las golosinas y sus derivados como los que encontramos en la bollería de industrial.
- Por otro lado, nos encontramos con los hidratos de carbono complejos, los cuales, nos irán proporcionando energía a un ritmo más lento que los simples. Entre ellos podemos destacar los que tiene la pasta como pueda ser el caso de los macarrones, por ejemplo o las legumbres como las lentejas o las judías. Incluso, dentro de este grupo podemos incluir el pan y todos aquellos productos que contengan cereales tanto normales como integrales.
Déficit de carbohidratos
A pesar de que esta situación no suele darse muy a menudo, lo cierto es que en aquellas personas que tienen cierta obsesión por su dieta puede darse al punto de producirse una falta de calorías que puede ser alarmante y que los síntomas pueden ir desde algo tan poco grave como pueda ser algo de cansancio o de fatiga hasta algo más complejo y preocupante como puedan ser síncopes, vahídos o desmayos, los cuales, si bien es cierto que suelen tener una pronta solución, se pueden dar en momentos en los que estamos realizando alguna actividad, como conducir, que puede tener horribles consecuencias.
Exceso de carbohidratos
Hay que decir que, por el contrario, un exceso en la cantidad de carbohidratos ingeridos durante el día puede dar lugar a padecer sobre peso pudiendo llegar incluso a situaciones de obesidad. Del mismo modo, el exceso de hidratos de carbono puede colapsar nuestro sistema nervioso al punto de poder padecer más estrés del habitual, estados de ansiedad o estados de nerviosismo que no nos permitan llevar a cabo nuestras funciones vitales de una manera satisfactoria.
Sin embargo, con una dieta sana y saludable, ninguno de los dos extremos debería producirse salvo casos muy contados y muy excepcionales.