Te aseguras de comer bien, incluyes algunos superalimentos extras y ensaladas en tu dieta, has terminado de una buena vez con tu consumo de azúcar y haces ejercicios para poder perder esos kilos extra que no te gustan.
Crees que tu peso irá disminuyendo constantemente conforme pasen las semanas pues realmente te parece que has estado trabajando duro. Entonces es cuando pisas la báscula para pesarte y descubres que los números se mantienen igual.