Arginina

La arginina está clasificada como uno de los 11 aminoácidos no esenciales, de los 20 que tienen nuestras células, que el cuerpo puede producir por sí mismo, cuyo predecesor es el aminoácido Ortinina. Su símbolo en el código de tres letras es Arg y en el código de una letra es R.

El químico suizo Ernst Schulze logró aislarlo por primera vez en 1886, de extractos de semillas de lupino.

Este aminoácido está relaciona en muchas actividades de las glándulas endocrinas. Participa en la conservación del equilibrio del dióxido de carbono y nitrógeno. También tiene una gran relevancia en la fabricación de la hormona del crecimiento, implicado en el desarrollo de los músculos y tejidos y en la reparación y mantenimiento del sistema nervioso e inmunológico. La arginina está involucrada en la síntesis del ARN, la creatina, y la poliamida.

Por otro lado, la Arginina es el precursor metabólico del óxido de nitrógeno, el cual es una sustancia que incentiva el crecimiento del cabello
La síntesis de arginina sucede principalmente en la vía eje intestinal–renal, pero irregularidades renales e intestinales pueden restringir la síntesis endógena de arginina, produciendo la necesidad de aumentar la ingesta del aminoácido, a través de la dieta alimentaria.

Función

La arginina es un aminoácido que resguarda la inmunidad de nuestro organismo, a través de la estimulación de la producción de linfocitos en el timo, los cuales actúan como protectores de nuestro cuerpo, contra los microrganismos infecciosos.

Sirve para la eliminación de ciertas sustancias tóxicas, ayudando a las funciones del hígado y a mantener el equilibrio entre el nitrógeno y CO2

Tiene varias acciones, tales como beneficiar la circulación sanguínea, evitando la arteriosclerosis, y auxiliando la lucha contra los síntomas de infertilidad e impotencia, cuando son originados por la mala circulación.

Por tener una función vasodilatadora y al mantener la sangre más fluida, es necesaria en casos de trombosis y hemorroides. Estimula la producción de insulina y por ende controla la glucosa.

Interviene en la elaboración de hormonas del crecimiento, de esta manera evita las malformaciones y el enanismo.

Favorece la cicatrización de los tejidos a través de la producción de colágeno en el tejido conjuntivo. De esta manera resulta útil para heridas, cortaduras y otras anomalías de la piel.

Reduce la producción del tejido graso, minimizando la absorción del colesterol, siendo preventivo a las patologías coronarias.

Permite la eliminación del el amoníaco en forma de urea, que es un producto de desecho del metabolismo de los aminoácidos.

Dosis diaria recomendada

Muchos especialistas aconsejan consumir dosis comprendidas entre 3 a 5 gramos al día, tratando de no se superen estas cantidades.

Alimentos que lo contienen

  • Almendras
  • Ajo
  • Achicoria
  • Arroz integral
  • Avellanas
  • Avena
  • Maní
  • Carne
  • Cebada
  • Cebolla
  • Cereales
  • Coco
  • Col
  • Chocolate
  • Esparrago
  • Gelatina
  • Lechuga
  • Maíz
  • Melocotón
  • Nueces
  • Pasas
  • Plátano
  • Pepino
  • Pollo
  • Productos lácteos
  • Semillas de girasol
  • Trigo sarraceno

Déficit de Arginina

Su deficiencia puede ocasionar una serie de trastornos en el organismo, estos son algunos de ellos: cansancio y debilidad muscular, alteraciones en el crecimiento, altos niveles de lisina y amoníaco, mayor predisposición a padecer arterioesclerosis, caída del cabello, hígado graso, estreñimiento y eritemas.

Exceso de Arginina

La arginina es perjudicial en personas con inconvenientes del control en el nivel del azúcar de la sangre, como la diabetes, puesto al estar consumiendo sustancias naturales y medicamentos que contengan este aminoácido, puede incrementarse dichos niveles.

No es favorable un alto consumo de este aminoácido en personas que padecen de herpes labial, herpes simple o herpes zoster, ya que el mismo favorece al virus que lo causa, incrementando las posibilidades de su brote con mayor frecuencia de lo habitual.

La Arginina puede aumentar los niveles de potasio, principalmente en personas con problemas hepáticos, así como puede desmejorar los síntomas de la enfermedad de células falciformes o anemia falciforme.

Este aminoácido puede producir en algunas personas efectos secundarios tales como: hinchazón, dolor abdominal, diarreas, inflamación de las vías respiratorias, alergias, empeoramiento del asma e hipotensión